sábado, 28 de septiembre de 2013

Periodistas extranjeros buscan protección tras secuestro de Langlois


El italiano Simone Bruno habla de APIC, que reúne cerca de 40 corresponsales del mundo en Colombia.


El secuestro del francés Roméo Langlois no solo dejó lecciones a los periodistas colombianos. También sirvió de alerta a los extranjeros. Saber que el riesgo de cubrir el conflicto en el país está latente, los obligó a retomar la idea de crear una asociación que una y proteja a los periodistas extranjeros que viven en Colombia.
En diálogo con ELTIEMPO.COM, el italiano Simone Bruno, presidente de la naciente Asociación de Prensa Internacional de Colombia (APIC), habló de la razón de ser de la organización.
¿Qué es APIC?
Es una asociación, parecida a muchas otras, que reúne a los periodistas que trabajan para medios extranjeros. En todos los países vecinos hay asociaciones similares, algunas existen desde hace décadas. Nosotros las hemos estudiado y contactado en el proceso de creación de la APIC.
¿Cuál es la diferencia de esas otras asociaciones a las que hace referencia?
La APIC tiene sus particularidades, porque Colombia, a diferencia de los vecinos, lastimosamente, vive un conflicto armado interno, que nosotros queremos y tenemos que cubrir. Por esto en este proceso nos asesoraron también la FLIP, RSF, IMS, FECOLPER y CICR. Se creó porque en general las necesidades y los intereses de la prensa internacional son diferentes a los de la prensa local.
¿Cuáles son esas diferencias?
Normalmente la prensa internacional no está tan interesada en temas internos, sino en temas de relevancia internacional. Por ejemplo, ahora podría ser más interesante hablar con el Presidente de los TLCs que ha firmado Colombia que de la reforma de la justicia
¿Periodistas de qué nacionalidades conforman la asociación?
Por el momento hay alrededor de 40 corresponsales y freelance de EE. UU., Canadá, Chile, Italia, España, Francia, Brasil, Suiza, Nicaragua, Alemania, Uruguay y México.
¿Para qué se creó la APIC?
Queremos ayudar en la labor de los periodistas que trabajan para medios extranjeros. Organizando, por ejemplo, encuentros periódicos con autoridades y exponentes de la sociedad civil, ayudando en temas de seguros, organizando cursos de Derecho Internacional Humanitario y de primeros auxilios.
Además, brindando apoyos cuando el corresponsal se encuentre en dificultades. En un futuro esperamos ofrecer equipos para el desarrollo del trabajo. Hemos contemplado, por ejemplo, chalecos antibalas.
¿Quiénes lideran la asociación?
Una junta directiva conformada por Esther Rebollo, directora de la agencia EFE en Colombia, Marie-eve Detouf de Le Monde, Damien Fellous (fotoreportero), Ana Gomez (EFE), Jenny González (Fixer), Alessandro Rampietti (AlJazeera), Nadja Drost (periodista de Canadá) y yo.

¿Qué lección les dejó a los periodistas extranjeros en Colombia el secuestro de Roméo Langlois?

Desde hace años se estaba cocinando la idea de crear una asociación de periodistas extranjeros. Lo de Roméo, por supuesto, aceleró todo el proceso. Nos hizo dar cuenta de que la APIC era necesaria y nos recordó que el trabajo de los periodistas en Colombia es muy peligroso.
¿Qué es lo más difícil de ser periodista extranjero en Colombia?
Lidiar con la polarización, hay cosas que hay que aprender a decir de una forma que no ofenda a los colombianos. Obviamente tantas décadas de conflicto dejan heridas y cicatrices que uno, como extranjero, tiene que aprender a respetar.

¿Qué es lo que tanto les gusta de Colombia a los periodistas extranjeros?

Creo que lo fascinante de Colombia, desde el punto de vista periodístico, es la complejidad. Mientras los países vecinos, con las debidas distinciones y disculpas por la simplificación, son relativamente simples de "leer". Para entender a Colombia, hay que vivirla, como ustedes, leer libros, conocer la historia, visitar la geografía.

¿Con qué apoyo cuenta APIC?

Es una asociación independiente que se articula con otras organizaciones de prensa.
¿Qué cambia de cómo se ve el conflicto desde afuera a cuando se cubre desde adentro?
Desde afuera no se entiende la complejidad y los grises del conflicto. Es un mito decir que el conflicto existe porque existe el narcotráfico, mito es decir que hay malos y buenos, pero más que todo es un mito asegurar que el conflicto tiene soluciones simples.
¿Cómo califica el trato de los periodistas colombianos y del gobierno a los periodistas extranjeros?
En lo que tiene que ver con los periodistas colombianos, excelente. Tengo muchos amigos periodistas, que me han enseñado sobre el trabajo y sobre el país. Los periodistas regionales son una ayuda clave para los extranjeros. El gobierno del presidente Santos se ha portado siempre muy bien con nosotros.

salpal@eltiempo.com
REDACCIÓN ELTIEMPO.COM

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